Noviembre nos trajo cuatro incidentes, uno de ellos una cuasicolisión en la aproximación a Barcelona, un fallo en la retracción de flaps, un fallo de motor y un fallo de presurización.
5 de noviembre:
Un A340-300 de Aerolíneas Argentinas (LV-ZPO) que despegaba de Madrid con destino a Buenos Aires despegó normalmente de la pista 36L, pero a nivel 150 la tripulación solicitó regresar debido a que no conseguía retraer los flaps. Tras el correspondiende fuel dumping, el avión aterrizó sin más incidencias en la pista 32L. Cuatro horas después, el avión volvió a despegar, registrando el mismo fallo y debiendo regresar nuevamente a Madrid.
8 de noviembre:
El A320-200 EC-JFG de Iberia Express había despegado de Madrid con destino a Gran Canaria cuando a nivel 250 el comandante avisó de "un fallo importante", sin más concreción, y regreso a Madrid, aterrizando sin más consecuencias en la pista 32R. La compañía informó posteriormente de un problema menor en el funcionamiento del sistema de presurización, pese a lo cual el pasaje reconoció no haber notado síntoma alguno.
12 de noviembre:
Un A340-300 de Aerolíneas Argentinas (LV-BMT), vuelo AR1160 procedente de Buenos Aires y un A320-200 de Iberia (EC-ILQ), vuelo IB1446 procedente de Madrid se encontraron en rumbo de colisión mientras este último interceptaba el localizador de la pista 25R de Barcelona. Durante un viraje a alta velocidad AR1160 pidió seguir al avión precedente; aunque el ATC le dio instrucciones de seguir al IB1446, el piloto al mando del A340-300 mantuvo su visión en otro avión, un A319 de EasyJet que precedía al IB1446, lo que provocó que el AR1160 invadiera la trayectoria de aproximación del A320 de Iberia. Finalmente el A340-300 abandonó el circuito por la izquierda para reducir velocidad e incorporarse detrás del A320 de Iberia.
Más en
Cuasicolisión en la aproximación a Barcelona.
27 de noviembre:
El A320-200 EC-KKT que operaba el vuelo 2015 de Vueling entre Granada y Barcelona se encontraba en la fase de ascenso cuando el motor número uno soltó dos o tres petardazos, chispas y llamas. La tripulación redujo el empuje de dicho motor, lo que permitió su estabilización. Al tratarse presuntamente de una pérdida del compresor que pudo ser recuperada, se decidió proseguir el vuelo normalmente, aterrizando en Barcelona sin más inconvenientes.
Fuente:
The Aviation Herald.